En el Reino Unido, los estudios muestran que necesitamos aumentar nuestro consumo de frutas y verduras en un 86% por persona. Sin embargo, nuestro sistema alimentario globalizado da prioridad a la disponibilidad inmediata en detrimento de la calidad nutricional. Nos hemos vuelto demasiado dependientes de los productos fuera de temporada que, con demasiada frecuencia, se tratan químicamente, se transportan a distancias absurdamente largas y se dejan languidecer durante semanas en las estanterías de los supermercados.
Es urgente reconsiderar nuestra manera de consumir nuestra cuota diaria de nutrientes esenciales. Para hacer frente a estos retos, debemos identificar, construir y desarrollar soluciones innovadoras de cosecha propia que garanticen que nuestras necesidades nutricionales están adecuadamente cubiertas. En la actualidad, el modo en que el Reino Unido importa sus productos “frescos” suele dar lugar a graves déficits nutricionales que ponen en riesgo nuestra salud y bienestar a largo plazo.
Para satisfacer la demanda en el Reino Unido, los productos se cosechan demasiado pronto y se someten a viajes demasiado largos que dan como resultado frutas y verduras poco maduras y carentes de valor nutricional. Además, la exposición al calor, la luz y el almacenamiento prolongado durante el tránsito disminuyen aún más los elementos esenciales de la dieta, y cualquier procesamiento posterior a la llegada agrava este problema.
Por ejemplo, algunos de los nutrientes más importantes para la salud a largo plazo son un potente grupo de antioxidantes conocidos como polifenoles. Se encuentran en superalimentos ricos en nutrientes como las setas reishi, las remolachas y los escaramujos, y ayudan a mitigar el riesgo de enfermedades crónicas cardiovasculares y neurodegenerativas como la hipertensión y el Alzheimer, además de tener potentes propiedades anticancerígenas.
Sin embargo, la forma en que se cosechan, transportan y almacenan los alimentos merma la biodisponibilidad de estos elementos fundamentales para la salud. Hacer frente a estos problemas exige un esfuerzo concertado para dar prioridad a los productos frescos cultivados hasta su madurez y recolectados en el momento adecuado para garantizar una retención óptima de nutrientes y favorecer la salud en general.
Una solución casera es simplemente cultivar aquí en casa. Los productos locales de temporada se recogen en su punto óptimo de maduración y conservan niveles más altos de polifenoles, lo que realza su sabor y ofrece mayores beneficios para la salud que los productos que han sufrido un transporte prolongado. Además, cuando la alimentación de temporada se combina con prácticas agrícolas sostenibles, puede contribuir a la resiliencia medioambiental y económica local mediante la reducción de emisiones y una mayor seguridad alimentaria. Todos salimos ganando.
Aunque la idea de cultivar nuestras propias frutas y verduras es atractiva, en la práctica sigue habiendo problemas. Por un lado, Gran Bretaña carece de un entorno de cultivo para la variedad de superalimentos polifenólicos -como las bayas de aronia y las cerezas ácidas- que les permitiría alcanzar sus niveles más altos posibles de densidad de nutrientes. Estos superalimentos polifenólicos necesitan la combinación perfecta de luz solar, humedad y composición del suelo para proporcionar de forma eficaz y eficiente beneficios que neutralicen los radicales libres, mejoren el colesterol e incluso ralenticen el envejecimiento.
Sin embargo, como ya se ha dicho, su importación es inviable porque se recogen demasiado pronto o se procesan de forma perjudicial. Para maximizar su potencia y garantizar que los británicos tengan acceso a la mayor variedad de superalimentos ricos en polifenoles, debemos innovar para superar las deficiencias de las importaciones y la agricultura local.
Los suplementos para la salud, cuando se elaboran con pericia, ofrecen una solución viable al proporcionar formas concentradas de polifenoles y otros nutrientes esenciales que se encuentran en los productos de alta calidad. Los enfoques tecnológicos innovadores de producción y distribución, como los utilizados por la empresa de nutrición VANA Health, nos permiten captar los beneficios de los superalimentos recolectados en su punto óptimo de maduración y distribuidos al organismo con el máximo beneficio nutricional. Estos avances respaldados por la investigación garantizan un acceso constante a nutrientes vitales, independientemente de la distancia o la disponibilidad estacional. Si adoptamos estas estrategias de vanguardia, podremos colmar las lagunas nutricionales y mejorar la salud de toda la población.
Ha llegado el momento de replantearnos nuestro enfoque del consumo de alimentos, no solo para beneficiarnos de la salud personal, sino también para reforzar nuestra capacidad de resistencia frente a perturbaciones externas y promover un futuro más sano para todos.
Sak Narwal es cofundador de VANA Health- https://vanahealth.com/-, empresa de complementos alimenticios líquidos de primera calidad producidos en East Midlands.