La inmensa mayoría de los Estados miembros de la UE se ha visto frenada a la hora de introducir protecciones para repartidores, taxistas y cuidadores, entre otros.
Millones de trabajadores seguirán viéndose abocados a falsos autónomos después de que un reducido número de gobiernos nacionales torpedeara la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre la Directiva relativa al trabajo de plataforma.
Exactamente 799 días después de la propuesta de la Comisión, los representantes de los gobiernos francés, alemán, griego y estonio vetaron el acuerdo alcanzado en las negociaciones a tres bandas entre las instituciones de la UE la semana pasada.
Los 23 países que votaron a favor no deberían retrasarlo, sino colaborar con los sindicatos y tomar medidas a nivel nacional para acabar con el escándalo de los falsos autónomos.
La Comisión no puede ignorar las lagunas existentes sólo porque se haya impedido el avance de esta Directiva. Debe asumir sus responsabilidades y garantizar que todos los trabajadores, incluidos los de plataformas, estén protegidos por la legislación laboral de la UE.
Vínculos con los grupos de presión empresariales
La Directiva era muy necesaria para evitar que millones de trabajadores sean clasificados erróneamente como autónomos, lo que permite a las empresas de plataformas eludir el pago del salario mínimo, las vacaciones o la baja por enfermedad y las cotizaciones a la seguridad social.
La directiva también habría aportado transparencia al uso de sistemas de gestión algorítmica, que se han utilizado para penalizar a los trabajadores que participan en actividades sindicales.
La oposición constante del gobierno francés a la directiva se vio contextualizada por el escándalo que reveló las conexiones de la empresa con el presidente francés.
También se reveló que un asesor del FDP, el partido que ha liderado la oposición a la directiva dentro del gobierno de coalición alemán, trabaja como lobista para una plataforma de reparto.
El Secretario Confederal de la CES, Ludovic Voet, reaccionó así a la noticia:
“El fracaso de la directiva sobre la plataforma de trabajo prometida no aplaza la urgencia de la necesidad de actuar. La Comisión y los Estados miembros deben actuar ahora para evitar que millones de personas trabajadoras queden expuestas a la explotación.
Hoy en día, los gobiernos con vínculos bien documentados con los grupos de presión de las plataformas han impedido que se avance incluso en las normas más débiles posibles”.
“Las empresas tecnológicas millonarias cuyo modelo de negocio explotador se ha protegido hoy no deberían celebrarlo demasiado.
“Los sindicatos continuarán organizando a sus trabajadores, exponiendo sus prácticas ilegales en los tribunales nacionales y construyendo el apoyo a una fuerte directiva de trabajo de plataforma.
“Cualquier grupo de presión de las plataformas que afirme que esta Directiva llevará a una reclasificación masiva de los auténticos autónomos estaba protegiendo sus beneficios. Saben muy bien que no podrán refutar la presunción legal basada en una definición nacional de trabajador.
“Esto demuestra que aplicar la presunción de la relación laboral y la inversión de la carga de la prueba a nivel nacional es más urgente que nunca.
“Ya es hora de que estos 23 gobiernos constructivos cumplan su palabra y conviertan el intento perdido de hoy”.
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