- La retirada en curso de las empresas occidentales de Rusia ha brindado oportunidades únicas a las empresas de Oriente Medio, Asia y América Latina.
- Se ha creado un Centro Nacional de Coordinación para ayudar a las empresas asiáticas a estrechar lazos comerciales con Moscú
El año pasado, aunque Rusia se encontró en una situación económica complicada debido a la aguda crisis de las relaciones con Occidente, su economía consiguió un impresionante crecimiento del 3,5%. ¿Cómo fue posible cuando Europa y Estados Unidos están reduciendo rápidamente sus relaciones comerciales y de inversión con Rusia?
Según las estadísticas de Eurostat, las exportaciones de la UE a Rusia cayeron cerca de un 40% desde 2022. Europa se esfuerza por reducir su dependencia de los hidrocarburos rusos al mínimo, preferiblemente a cero en los próximos años.
El volumen del comercio mutuo con Estados Unidos ha disminuido varias veces. Washington también intenta reducir al mínimo las importaciones procedentes de Rusia. En particular, se ha prohibido la importación de uranio. Anteriormente, Washington anunció su intención de dejar de comprar motores rusos para cohetes espaciales.
Sin embargo, en contra de las previsiones, la economía y las exportaciones rusas están creciendo, sobre todo gracias al rápido giro hacia los mercados orientales.
Las empresas asiáticas y de Oriente Medio se enfrentan a riesgos de sanciones derivados de la cooperación con socios rusos. Los homólogos asiáticos de Rusia experimentan problemas con las transferencias de divisas, el transporte aéreo y terrestre, las sanciones secundarias de Estados Unidos, etc.
Sin embargo, como dice el proverbio chino, “el agua siempre encontrará el camino”, y las empresas chinas, indias, árabes y turcas que quieren entrar en el mercado ruso de 140 millones de habitantes siguen invirtiendo en Rusia y desarrollando asociaciones que se benefician de la huida de las entidades occidentales. Como se decía en una famosa película de Hollywood: el dinero nunca duerme.
“Llenaremos los nichos que Occidente nos está dejando en Rusia”, afirma un inversor chino. Su empresa está ayudando a un gran fabricante de automóviles chino a establecer su producción en una planta rusa que antes pertenecía a un gigante automovilístico europeo. Según datos oficiales, en 2023 la cooperación comercial y empresarial con Asia representará casi el 70% del volumen de negocio del comercio exterior ruso.
La necesidad de las empresas rusas de establecer relaciones mutuamente beneficiosas con socios asiáticos y viceversa, así como las estructuras empresariales de otras partes del mundo que mantienen su interés en cooperar con Rusia, a pesar de las sanciones, contribuyeron a la creación de asociaciones empresariales especiales en Rusia para facilitar esta tarea. Como informó el medio ruso “Nezavisimaya”, a finales de 2022 se puso en marcha en Moscú el Centro Nacional de Coordinación (CNC) para la Cooperación Empresarial Internacional.
Fundado como un grupo de reflexión de alto nivel para investigar los mercados asiáticos y establecer una cooperación empresarial, tiene la ambición de convertirse en la principal puerta de entrada para las empresas rusas que se dirigen a Oriente y para el comercio y la inversión asiáticos que llegan a Rusia.
Mientras que la mayoría de los empresarios rusos saben bastante poco sobre cómo hacer negocios en los mercados orientales, el NCC declara que sus profesionales ayudarán a encontrar socios fiables, analizar industrias, normativas y tendencias de mercado, y contactar con altas autoridades gubernamentales, aspectos cruciales para el éxito de los negocios en la mayoría de los países asiáticos, así como en la propia Rusia.
Se dice que la misión básica de NCC es convertirse en un centro de experiencia y el mejor servicio para las entidades empresariales rusas que entren en nuevos mercados y formen nuevas asociaciones en Asia, Oriente Medio, África y América Latina.
Entre los cofundadores del NCC figuran las mayores asociaciones empresariales, como la Unión Rusa de Industriales y Empresarios, la Cámara de Comercio e Industria, el Centro Ruso de Exportación y la Unión “Business Russia”. Uno de los think tanks académicos más destacados, el Instituto de China y Asia Contemporánea de la Academia Rusa de las Ciencias, también se ha unido al proyecto. Las estrategias de inversión extranjera se elaboran en colaboración con A1, la empresa de inversiones rusa más antigua y conocida.
NCC parece ganar popularidad entre los grupos empresariales rusos. Gigantes estatales como Ferrocarriles Rusos y los privados Renova y AEON figuran entre los miembros de NCC, y se ha declarado la adhesión de Alfa Bank y Gazpromneft.
“Al principio, los empresarios rusos eran bastante reacios a volverse hacia Oriente”, afirma Andrey Guryev, analista de Moscú. “Conocen Occidente y están bien familiarizados con las culturas empresariales europea y estadounidense, mientras que Asia era una terra incognita para la mayoría de las grandes empresas. Ahora es distinto: el interés por Asia está en todas partes, y China, Emiratos o India se consideran direcciones con bastante perspectiva. Se han creado grupos de reflexión como NCC para orientar a los altos directivos a la hora de hacer negocios en Asia y Oriente Medio, y este es un negocio bastante rentable”.
A diferencia de numerosas consultorías privadas, NCC actúa en nombre del gobierno ruso, por lo que es considerado un socio fiable y responsable por sus homólogos asiáticos que, como en China, están acostumbrados a coordinar sus grandes proyectos con las autoridades.
Al mismo tiempo, los empresarios asiáticos que vienen a Rusia también necesitan una guía de este tipo para identificar oportunidades comerciales y de inversión, encontrar y comprobar socios locales, comprender la intrincada legislación rusa. NCC declara que ayudará a los inversores chinos, indios y de Oriente Medio a establecerse en el mercado ruso y proponer proyectos y activos en los que invertir. Sean cuales sean los riesgos de las sanciones, cientos de empresas asiáticas vienen a disfrutar de estas oportunidades.
De momento, la NCC se ha asociado con asociaciones empresariales asiáticas que trabajan en Rusia, como la Unión de Empresarios Chinos en Rusia, la oficina moscovita de la CCPIT (la principal cámara de comercio e industria china) y la China Overseas Investment Corp. Las tres acumulan empresas chinas que desean comprobar el mercado ruso, y NCC es un socio natural para ellas.
