Bajo el título ‘¿Qué futuro para el Líbano? Y el papel de la Unión Europea en la promoción de los derechos humanos en el Líbano’, se celebró una conferencia el martes por la noche (27 de junio) en la sede de la Unión Europea en Bruselas. Al acto asistieron eurodiputados, jueces y funcionarios que se dieron cita para mostrar su apoyo a Omar Harfouch, líder de la iniciativa de la Tercera República Libanesa. Harfouch se ha enfrentado a la represión política y judicial debido a su incesante lucha contra la corrupción en el Líbano.
La conferencia se llevó a cabo por invitación de Lucas Mandel, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, y contó con la presencia de varias figuras notables. Estos incluyeron al juez Ghada Aoun, el fiscal del Monte Líbano; Andre Petrojev, miembro del Comité de Relaciones Exteriores; Natalie Gaulier, miembro del Senado francés; William Bourdon, el fundador de la organización “Sherpa” y abogado; Giovanni Kessler, exdirector general de la OLAF y exmiembro y magistrado italiano; Pedro Roque, diputado portugués; Antonio Topa Gomes, diputado portugués; así como representantes de varios países europeos.
Claude Moniquet afirmó que Harfouch había sido blanco de un plan organizado e injusto, y enfatizó que no había una razón válida para su arresto. Moniquet hizo un llamado a la Unión Europea para que intervenga y revoque la orden de arresto emitida contra Harfouch por el Primer Ministro del Líbano, ya que esta acción le niega la oportunidad de defenderse de acuerdo con la ley.
Es importante señalar que la naturaleza del caso es civil, no penal. Además, las acusaciones de que Harfouch está en contacto con israelíes o judíos dentro del Parlamento Europeo son un grave insulto a la Unión Europea, que se enorgullece de ser un lugar donde personas de todas las nacionalidades y religiones pueden reunirse. El abogado William Bourdon, quien recientemente regresó de una visita a Beirut, abordó el tema de la lucha contra la corrupción en el Líbano.
Habló de los crímenes cometidos por Riad Salameh, el gobernador del Banque du Liban, así como de los fondos congelados en Europa, que él personalmente supervisó y expuso. Bourdon reveló además que los próximos días traerán sorpresas desagradables para ciertos políticos involucrados en casos de corrupción y lavado de dinero.
La jueza Ghada Aoun, quien actualmente enfrenta persecución debido a su lucha contra jueces corruptos en el Líbano, enfatizó que la verdadera justicia es esencial para la existencia del estado libanés. Consideró el tratamiento de Harfouch como la evidencia más fuerte de corrupción dentro del sistema judicial.
Giovanni Kessler, en su apoyo a Harfouch y otras personas libanesas que luchan contra la corrupción, afirmó que el Líbano requiere urgentemente una mayor atención y asistencia para restablecer el estado de derecho y combatir la corrupción que ha devastado el país. Como contribuyente importante, la Unión Europea tiene la capacidad de abogar por el establecimiento de una autoridad investigadora conjunta UE-Líbano. Esta autoridad tendría los poderes necesarios para realizar investigaciones independientes sobre la corrupción y el mal uso de los fondos de la UE en el Líbano.
Durante su discurso, Harfouch discutió su caso en el tribunal militar, destacando específicamente que las acciones del tribunal en su contra carecieron de profundidad y no consideraron el paso del tiempo. Señaló que el encuentro con un periodista israelí ocurrió en 2004 y enfatizó que su lucha contra la corrupción ha expuesto numerosos escándalos y casos.
Curiosamente, Harfouch no mencionó al primer ministro, Najib Mikati, ni a la primera jueza de instrucción de Trípoli, Samaranda Nassar, quienes actualmente están inmersos en una campaña injustificada en su contra. Cuando se le preguntó acerca de esta omisión, explicó que no deseaba explotar la plataforma proporcionada por la Unión Europea para sumar puntos personales. En cambio, creía que los asistentes que estaban informados sobre los problemas y los resultados podrían sacar sus propias conclusiones.
La conferencia se llevó a cabo por invitación de Lucas Mandel, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, y contó con la presencia de varias figuras notables. Estos incluyeron al juez Ghada Aoun, el fiscal del Monte Líbano; Andre Petrojev, miembro del Comité de Relaciones Exteriores; Natalie Gaulier, miembro del Senado francés; William Bourdon, el fundador de la organización “Sherpa” y abogado; Giovanni Kessler, exdirector general de la OLAF y exmiembro y magistrado italiano; Pedro Roque, diputado portugués; Antonio Topa Gomes, diputado portugués; así como representantes de varios países europeos.
La jueza Ghada Aoun, quien actualmente enfrenta persecución debido a su lucha contra jueces corruptos en el Líbano, enfatizó que la verdadera justicia es esencial para la existencia del estado libanés. Consideró el tratamiento de Harfouch como la evidencia más fuerte de corrupción dentro del sistema judicial.