Los países de la UE esperan acordar esta semana el undécimo paquete de sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania. Las nuevas medidas se centrarán principalmente en cerrar los resquicios legales para eludir las restricciones anteriores. No es ningún secreto que, a pesar de todas las prohibiciones vigentes, los concesionarios de automóviles de Moscú siguen vendiendo los últimos modelos de BMW y Mercedes, los restaurantes sirven champán Dom Perignon y las tiendas de ropa como TSUM ofrecen las últimas colecciones de las mejores marcas europeas.
Las lagunas jurídicas también funcionan en sentido contrario: Las exportaciones de petróleo de Rusia, una fuente de ingresos clave que generará más de 380.000 millones de dólares para el presupuesto nacional en 2022, han recuperado los niveles de antes de la guerra, y una parte sustancial sigue llegando al mercado de la UE a través de países intermediarios como India y China.
El sector agrícola ruso también ha florecido como importante generador de ingresos, con más de 40.000 millones de dólares en 2022. Esta cifra está a la par con los ingresos de las exportaciones de metales del país y duplica los ingresos de las exportaciones de fertilizantes. Evidentemente, incluso en este caso, las sanciones de la UE estaban muy lejos de su objetivo.
Hasta febrero de 2022, Rusia importó más de un tercio de su flota de equipos agrícolas, comprando aproximadamente 3.000 tractores y hasta 1.000 cosechadoras cada año, por un valor aproximado de 1.500 millones de dólares. A pesar de contar con sus propias instalaciones de fabricación de maquinaria, como Rostselmash y Kirovets, Rusia se esforzó por satisfacer la importante demanda de maquinaria agrícola necesaria para cultivar más de 80 millones de hectáreas de tierras de cultivo (lo que supera la superficie de Francia). Los mayores proveedores de maquinaria a Rusia eran destacadas empresas mundiales como Deere, Claas y Deutz Fahr.
Tras el ataque de Rusia a Ucrania, las tres empresas expresaron su enérgica desaprobación de la acción militar y cesaron el suministro de maquinaria, piezas de repuesto, así como el funcionamiento de sus plantas de montaje dentro de Rusia. Posteriormente, el suministro de maquinaria agrícola se enfrentó a limitaciones a nivel de la UE debido a la clasificación de determinadas piezas y componentes como bienes de doble uso, con aplicaciones potenciales en la producción de armas.
Esto tuvo un impacto tangible en la agricultura rusa: ante la paralización de los suministros y la falta de disponibilidad de las piezas necesarias, algunos agricultores recurrieron al “canibalismo”, que consistía en desmontar maquinaria funcional para obtener los componentes necesarios. Tal vez la escasez de equipos fue una de las razones por las que Rusia anunció que planea cosechar en 2023 un 20% menos de grano que el año anterior.
En diciembre de 2022, el diario alemán Die Zeit publicó una investigación en la que revelaba acusaciones de que Claas había desarrollado una estrategia para eludir las sanciones y seguir exportando a Rusia sus productos, restringidos por las prohibiciones europeas.
La estrategia consistía en incorporar piezas y elementos prohibidos a componentes más grandes con códigos aduaneros diferentes, lo que les permitía cruzar las fronteras de la UE sin ser detectados. Sin embargo, los envíos eran interceptados y detenidos por las aduanas estonias, bloqueando de hecho este canal. Claas ha rechazado las acusaciones de elusión intencionada de las sanciones.
En abril, los medios de comunicación rusos informaron de la reanudación de las entregas de cosechadoras Deutz Fahr y otros equipos a Rusia desde las fábricas de la UE propiedad de la empresa italiana SDF Group. Esta información fue anunciada oficialmente por la empresa rusa “AgroTechRussia”.
“AgroTechRussia” es propiedad del empresario ruso Sergei Zanozin, que anteriormente ocupó altos cargos en el sancionado holding ruso de construcción de maquinaria GAZ Group, propiedad del oligarca Oleg Deripaska, que también está sujeto a las sanciones de EE.UU. y la UE. El propio Sergey Zanozin no figura en ninguna lista de sanciones.
“AgroTechRussia” afirma ser el distribuidor oficial de Deutz Fahr en Rusia y que posee todos los permisos necesarios. Estas afirmaciones están respaldadas por declaraciones de Alessandro Maritano, un alto ejecutivo de la empresa matriz de Deutz Fahr, el grupo italiano SDF, a las que se hace referencia en comunicados de prensa de la empresa rusa.
Según los medios de comunicación, la empresa “AgroTechRussia” de Sergey Zanozin tiene previsto presentar próximamente a los agricultores rusos una gama de los últimos tractores 2023.
Mientras tanto, los expertos de la industria sugieren que la supuesta reanudación de las entregas de maquinaria Deutz Fahr a Rusia es en realidad el resultado de importaciones paralelas a través de países como Armenia, Georgia y algunos otros. Estas importaciones se realizan supuestamente con el permiso del grupo SDF. Con la salida del mercado de sus competidores, el Grupo SDF tiene una gran oportunidad de multiplicar su cuota de mercado en Rusia. Fuentes de la industria indican que al menos 150 unidades de maquinaria Deutz Fahr fueron importadas a Rusia en los tres primeros meses de 2023.
La posición del Grupo SDF coincide con las recientes declaraciones de Vittorio Torrembini, responsable de la Asociación de Empresarios Italianos en Rusia GIM Unimpresa. Torrembini subrayó que, a pesar de la presión ejercida por los políticos y los medios de comunicación europeos y estadounidenses, las empresas italianas no tienen intención de retirarse de Rusia.
“En las últimas tres décadas, las empresas italianas han penetrado profundamente en la economía rusa, han invertido en ella miles de millones de euros y decenas de compañías han abierto empresas aquí. No vamos a abandonar un mercado tan atractivo”, declaró en una entrevista a la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti.
Según un análisis de la Universidad de Yale, más de 500 grandes empresas estadounidenses y de la UE han optado por permanecer en Rusia, sin dar muestras de querer salir y hacer “negocios como siempre”. De hecho, algunas de ellas incluso están aprovechando la oportunidad de llenar el vacío dejado por sus competidores para explotar estratégicamente las lagunas existentes en el marco de las sanciones.
Obviamente, este planteamiento socava los esfuerzos de los responsables políticos de la UE por recortar los ingresos de Rusia y frenar así su agresividad. Esta cuestión debe abordarse adecuadamente en elundécimo paquete de sanciones.
