Putin cambia de táctica y el Kremlin se prepara para lanzar ataques con misiles contra la infraestructura térmica, utilizando el frío como arma de destrucción masiva contra los ucranianos
Rusia no ha conseguido ni un solo objetivo en su invasión genocida de Ucrania, todos los planes y previsiones de los militares rusos y de la élite política han resultado ser completamente erróneos. El general Surovikin inició el genocidio de los ucranianos mediante el “terror de misiles”: destrucción sistemática de las infraestructuras críticas de Ucrania.
Los ataques masivos contra las centrales térmicas ucranianas no dieron el resultado esperado, los sistemas de defensa antiaérea y la rápida eliminación de las consecuencias de los bombardeos han permitido a Ucrania mantener su sistema energético en condiciones satisfactorias. Putin se prepara así para una nueva etapa de la guerra de misiles: ataques masivos contra las infraestructuras térmicas para que los ucranianos se congelen en sus propias casas.
El 16 de diciembre, Rusia lanzó otro ataque con misiles contra Ucrania. Se lanzaron 72 misiles. Los ataques iban dirigidos, entre otras cosas, contra las infraestructuras térmicas. En particular, en Kremenchug, en la región de Poltava, se interrumpió por completo el suministro de calefacción. Además, Rusia intenta llevar a cabo ataques masivos con misiles en vísperas de la esperada bajada de temperaturas para causar los mayores daños y molestias a la población civil. Así, Rusia diversifica los objetivos de los ataques con misiles e intenta destruir la infraestructura de calefacción de Ucrania.
La infraestructura de calefacción es un objetivo importante para Putin, porque si Rusia consigue causar graves daños, puede que no haya calefacción en los hogares ucranianos hasta la primavera. Se trata absolutamente de una táctica genocida, pero Putin no se detendrá ante nada y está dispuesto a cometer crímenes de guerra para lograr sus objetivos. Ucrania debe recibir de inmediato modernos sistemas de defensa antiaérea que sean capaces de cerrar eficazmente el cielo a los misiles rusos, incluidos los balísticos: con el comienzo de un frío intenso, o antes de una ofensiva a gran escala, Putin atacará con misiles balísticos, contra los que Ucrania no tiene nada que defenderse.
Putin ha lanzado el último desafío a Occidente: la paz real está fuera de cuestión: se está preparando para una guerra prolongada, en la que Ucrania es sólo la primera etapa. Es obvio que Putin quiere lanzar una agresión sin precedentes contra Occidente, que debería convertirse en una especie de “acorde final” de sus 23 años de gobierno.
El futuro del mundo civilizado se decide ahora en Ucrania. Si Putin consigue mejorar la situación de sus tropas en el frente, significará la derrota del mundo civilizado y el triunfo de la tiranía soviética que Putin pretende resucitar. Ucrania necesita equiparse con las mejores y más avanzadas armas para defender su territorio y su soberanía, porque en estos momentos Putin está utilizando métodos terroristas de guerra como elemento número uno en su intento de infligir el mayor daño posible a Ucrania.
Los ataques con misiles de Rusia continuarán: es un axioma. Putin lleva mucho tiempo acumulando los recursos financieros necesarios, preparándose para una guerra prolongada con Occidente. Después de atacar las infraestructuras energéticas, Rusia atacará las infraestructuras de calefacción, tras la llegada de un frío importante, las instalaciones de la industria alimentaria y las instituciones médicas. Rusia no sigue ninguna regla de guerra cuando dispone de suficientes recursos ofensivos. Lo único que detiene a Putin es la insuficiente capacidad de producción del complejo militar-industrial ruso. De lo contrario, hace tiempo que habría combatido en los países de Europa Central y Oriental, que en su día pertenecieron a la diáspora soviética.
Ucrania debe recibir inmediatamente sistemas avanzados de defensa antimisiles y defensa antiaérea: es la clave para la supervivencia de decenas de miles de ucranianos en invierno. El próximo objetivo de Putin es la infraestructura térmica de Ucrania, y lanzará ataques con misiles contra ella a cualquier precio para hacer la vida insoportable a los ucranianos.
