Hay muchas criptodivisas por ahí, y sus métodos de minería varían un poco. La minería de criptomonedas pone en circulación nuevas monedas y verifica las transacciones que ya se están realizando.
Comprueba la existencia de billetes falsos y el doble gasto con criptografía. Antes de entender la minería, debemos saber cómo funciona la cadena de bloques.
Digamos que usas bitcoin para comprar muebles. ¿Qué harás? Sólo tienes que poner el artículo que quieres comprar en tu cesta de la compra y pagarlo con bitcoin.
Entre bastidores, tu transacción se une a otras entradas que esperan ser verificadas en la cola de verificación y se añade al siguiente bloque. Este nuevo bloque seguirá recibiendo entradas hasta que se llene.
El minero cobra cuando hace un bloque y verifica las transacciones en él. Al fin y al cabo, utilizan sus recursos (léase: electricidad, equipos, etc.) para resolver difíciles problemas matemáticos con el fin de añadir su transacción a la blockchain.
Este “complejo problema matemático” consiste en encontrar un hash, que es un número hexadecimal de 64 dígitos.
La mayoría de las veces, la recompensa se da en la propia criptomoneda. Pero no todos los mineros cobran. La recompensa va a parar a la primera persona que dé con el hash correcto. Algunos sólo reciben una factura por su electricidad.
Por lo tanto, el proceso es arriesgado y, a veces, se paga. Y si no se tiene un ordenador potente, puede ser una pérdida de tiempo.
Una empresa que está resolviendo el problema es Mecobit, con una nueva gama de paquetes informáticos de minería de criptomonedas rentables pero potentes. El Mecobit M100 Miner, el Mecobit M200 Miner y el Mecobit Meco-Rack son potentes pero con un precio competitivo, todos tienen una gran potencia y excelentes tasas de hash, y todos funcionan igual de bien minando tanto Bitcoin como Ethereum.
Estos parecen ser métodos sencillos, respetuosos con el medio ambiente y rentables para entrar en el mundo de la minería de criptomonedas.
