El Presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, ha mantenido el rápido ritmo de cambio de su país en un discurso ante el Parlamento. Dijo a los legisladores que esperaran enfrentarse a los votantes en nuevas elecciones dos años antes de lo previsto. Pero antes de que intenten renovar sus mandatos, el propio Presidente se presentará a la reelección anticipada este otoño, escribe el editor político Nick Powell.
Kazajstán se está acostumbrando a que Kassym-Jomart Tokayev dé sorpresas en sus discursos, mientras impulsa con determinación su programa de reformas. Sus reformas constitucionales, que transferirán parte de su poder al parlamento kazajo, además de facilitar la formación de partidos políticos y la realización de manifestaciones políticas legales, fueron un paquete de sorpresas. A esto le siguió un referéndum rápido para aprobar los cambios.
Ahora los kazajos han sido informados de que volverán a las urnas tanto este año como el próximo. El presidente Tokayev tenía previsto cumplir dos mandatos de cinco años, asumiendo su reelección en 2024. Ahora ha anunciado que se enfrentará a los votantes este otoño, buscando el único mandato de siete años que permite la nueva constitución.
Otros políticos tendrán que adelantar sus planes para formar esos nuevos partidos políticos y organizar esas manifestaciones de apoyo. En cambio, las elecciones parlamentarias y locales previstas para 2025 tendrán lugar el año que viene. En su discurso, el Presidente les dijo que esperaran “normas completamente nuevas para un sistema político con reglas de juego justas y abiertas”.
Estos acontecimientos forman parte de una respuesta extraordinaria a las violentas y finalmente mortales protestas de principios de año, que empezaron como manifestaciones contra la subida de los precios del combustible y que ahora se denominan “enero trágico”. En lugar de represión, se ha prometido a Kazajstán un rápido programa de liberalización política. Kassym-Jomart Tokayev también anunció una amnistía única para las personas condenadas por delitos relacionados con los disturbios.
“Tanto los que participaron en las protestas como los miembros de las fuerzas del orden son nuestros ciudadanos”, dijo. “Algunos de los que infringieron la ley han reconocido su culpabilidad. Creo que lo mejor es tratarlos con perdón”. El Presidente añadió que la amnistía no se aplicará a los “autores intelectuales de los disturbios” ni a los acusados de terrorismo, extremismo y tortura.
Su discurso también prometió nuevas medidas para garantizar el Estado de Derecho y la independencia del poder judicial, así como reformas económicas y sociales e inversiones en sanidad y educación. El mes pasado, los eurodiputados de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo visitaron Kazajstán y destacaron la importancia de seguir con las reformas políticas y producir resultados democráticos tangibles.
Subrayaron el papel del país como socio fiable y estable de la UE en Asia Central. Rico en energía y parte de una ruta de tránsito cada vez más vital entre Asia y Europa, Kazajistán limita con Rusia y China. De la misma manera que respondió a los sucesos del trágico enero, el Presidente Tokayev dijo que Kazajstán debe sacar lo mejor de la actual situación geopolítica.
“La creación de un Kazajstán justo acaba de empezar. Este rumbo es inquebrantable y continuará independientemente de cualquier circunstancia de carácter interno y externo”, concluyó.