por el embajador chino en Bélgica Fei Shengchao
Recientemente concluyeron con éxito las Dos Sesiones de China (las reuniones anuales de la Asamblea Popular Nacional y el Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino) en 2025. Las Dos Sesiones no son sólo un acontecimiento significativo en la vida política del pueblo chino, sino también una importante ventana para que el mundo observe y comprenda a China.
Vivimos en un mundo cambiante y turbulento en el que la certidumbre se está convirtiendo en un recurso escaso. Con los crecientes vientos en contra de la globalización económica, el auge del proteccionismo y ciertos países blandiendo el “palo arancelario”, la economía mundial se enfrenta a múltiples retos.
El futuro del mundo está determinado por las decisiones de cada país, que definirán la trayectoria de nuestro tiempo. La respuesta de China es categóricamente clara y coherente, es decir, ayudar a estabilizar un mundo incierto con la certeza de China. Me gustaría compartir mis puntos de vista sobre “una China de certidumbre” desde las perspectivas del crecimiento, la innovación y la apertura.
Buscando el progreso al tiempo que mantiene la estabilidad, China sirve de ancla del crecimiento económico. En 2024, el PIB de China superó los 130 billones de yuanes (aproximadamente 18 billones de dólares estadounidenses), con una tasa de crecimiento económico del 5%, situándose entre las principales economías del mundo. Dadas las crecientes presiones internas y externas, semejante tasa de crecimiento se ha ganado a pulso, demostrando la fuerte resistencia y el vasto potencial de la economía china. Cada día producimos en China 80.000 coches y 3,4 millones de smartphones, y entregamos más de 470 millones de paquetes.
Detrás de esta fuerte vitalidad del mercado está el apoyo de un sistema industrial completo, un mercado a hiperescala, unas infraestructuras bien desarrolladas y una gran capacidad de innovación. Como segunda economía mundial, China ha contribuido en torno al 30% al crecimiento económico mundial durante varios años. En el primer trimestre de 2025, la economía china ha empezado con buen pie. Este año, confiamos en alcanzar una tasa de crecimiento objetivo en torno al 5% y seguiremos proporcionando un mayor apoyo y fuerza motriz para la estabilidad y el crecimiento económicos mundiales.
Mediante la innovación tecnológica, China impulsa un desarrollo de alta calidad. Abrazar la innovación significa abrazar el desarrollo, y perseguir la innovación significa dar forma al futuro. En 2024, el Índice de Innovación Global de China ascendió al puesto 11, convirtiéndola en una de las economías de más rápido crecimiento en términos de innovación durante la última década. En 2024, el gasto total en I+D de China superó los 3,6 billones de yuanes (aproximadamente 496.000 millones de dólares estadounidenses), y la intensidad de I+D (la relación entre la inversión en I+D y el PIB) alcanzó el 2,68%, superando la media de la UE del 2,11%. Según el informe anual sobre el índice de patentes de la Oficina Europea de Patentes, en 2024 se recibieron más de 20.000 solicitudes de patentes procedentes de China, lo que representa una décima parte del total de solicitudes.
Recientemente, China ha experimentado un aumento de la innovación tecnológica e industrial, con avances que surgen continuamente, liderados por startups como los “Seis pequeños dragones de Hangzhou” (empresas centradas en IA, robótica, desarrollo de juegos, interfaces cerebro-máquina, etc.). Los modelos de código abierto de DeepSeek han ganado popularidad mundial, permitiendo a países de todo el mundo compartir los beneficios de la inteligencia artificial. China ha convertido la nada en algo a través de la innovación tecnológica, y ha puesto algo en aplicación a través de la innovación industrial. Con una profunda integración de ambas, China ha impulsado el desarrollo de nuevas fuerzas productivas de calidad y ha encontrado en ellas un nuevo y potente motor para un desarrollo de alta calidad.
Al ampliar la apertura, China crea nuevas oportunidades con su mercado a hiperescala. La apertura es un rasgo definitorio de la modernización china. Independientemente de cómo cambie el entorno exterior, China mantiene su compromiso de apertura y no hará sino abrirse más al mundo. China ampliará constantemente la apertura institucional y fomentará un entorno empresarial de primera clase basado en los principios del mercado, regido por la ley y a la altura de las normas internacionales. Recientemente, China publicó el Plan de Acción 2025 para Estabilizar la Inversión Extranjera, que incluye 20 medidas en cuatro áreas. El plan elimina por completo las restricciones a la inversión extranjera en el sector manufacturero, avanza con paso firme en la apertura de la industria de servicios y amplía las pruebas para abrir sectores como las telecomunicaciones, los servicios médicos y la educación. China ha tomado nuevas medidas para mejorar los servicios y el apoyo a las empresas extranjeras que operan en el país. Las autoridades competentes celebran mensualmente mesas redondas con empresas de inversión extranjera para escuchar y ayudar a resolver sus preocupaciones. China desea compartir oportunidades de desarrollo con empresas belgas y de otros países, y les da una calurosa bienvenida para que inviertan y crezcan en el país, participen en la modernización china y se beneficien de sus dividendos de crecimiento.
El crecimiento de Bélgica está impulsado por el comercio, mientras que su fuerza reside en la tecnología. Fue uno de los primeros países en adoptar la reforma y apertura de China y uno de los primeros países desarrollados occidentales en invertir y desarrollar negocios en China. En los últimos 40 años, China no sólo se ha desarrollado a sí misma, sino que también ha beneficiado al mundo. Bélgica es a la vez pionera y beneficiaria de la reforma y apertura de China. “Nada puede separar a las personas con objetivos e ideales comunes, ni siquiera las montañas y los mares”. En 2024, el comercio entre China y Bélgica alcanzó casi los 40.000 millones de dólares estadounidenses, casi el doble que hace una década. China es el tercer socio comercial de Bélgica fuera de la UE, con más de 1.300 proyectos de inversión belgas en China. Las estructuras industriales de China y Bélgica son muy complementarias, con un vasto potencial de cooperación en campos como la biomedicina, la tecnología, el desarrollo ecológico y la logística. El ehub Cainiao de Alibaba en el aeropuerto de Lieja y el puerto marítimo COSCO de Zeebrugge son dos buenos ejemplos del papel de puente único de Bélgica para conectar China y Bélgica y Europa en el comercio y los negocios.
Recientemente se ha estrenado en Bélgica la película de animación más taquillera del mundo, Ne Zha 2, que ha despertado un gran interés por la cultura china entre el público local. Muchos han expresado su deseo de visitar China y experimentar sus costumbres y tradiciones únicas. Desde el año pasado, Bélgica forma parte del “círculo de amigos” de China exento de visado, y los intercambios en diversos campos se han acelerado. Damos la bienvenida a los amigos de Bélgica y Europa para que visiten China y experimenten su encanto de primera mano. Durante su reciente reunión con representantes de la comunidad empresarial internacional, el Presidente chino Xi Jinping señaló que abrazar China es abrazar las oportunidades, creer en China es creer en un mañana mejor e invertir en China es invertir en el futuro. Tanto China como Bélgica son firmes partidarios de la globalización económica y comparten intereses comunes en muchos ámbitos. China está dispuesta a trabajar codo con codo con Bélgica y con los países de todo el mundo para mantener un crecimiento constante, fomentar la innovación, ampliar la vía de la apertura y potenciar el desarrollo global para todos con “una China de certidumbre y apertura”.
