El Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado hoy un acuerdo provisional sobre el Reglamento relativo al etiquetado digital de los productos fertilizantes. Esta propuesta, que modifica la legislación actualmente aplicable, tiene por objeto introducir la posibilidad de optar por el etiquetado digital en los productos fertilizantes de la UE, mejorar la legibilidad de las etiquetas, lo que conducirá a un uso más eficiente de los productos fertilizantes, y simplificar las obligaciones de etiquetado para los proveedores, reduciendo al mismo tiempo los costes para la industria.
El acuerdo provisional alcanzado hoy fomenta un mayor uso del etiquetado digital, al tiempo que incluye medidas para proporcionar etiquetas físicas cuando sean más necesarias. El acuerdo también especifica que las etiquetas digitales estarán disponibles durante un período de 10 años a partir del momento en que el producto se comercialice.
“Este Reglamento refuerza la digitalización del sector de los fertilizantes y, al mismo tiempo, garantiza que los agricultores y otros clientes -incluidos aquellos con escasas competencias digitales- obtengan una información clara, legible y de fácil lectura cuando adquieran los productos que necesitan”
David Clarinval, Viceprimer Ministro y Ministro de Autónomos, Pymes y Agricultura, Reformas Institucionales y Renovación Democrática.
Propuesta de la Comisión
La revisión de esta legislación propone permitir a los proveedores de productos fertilizantes comunicar la información del etiquetado en formato físico, en formato digital o en una combinación de ambos. El texto de la Comisión propone que se permita un formato exclusivamente digital cuando los productos fertilizantes de la UE se vendan sin envase o cuando los productos se vendan a operadores económicos que no sean usuarios finales de los productos.
Los agricultores y otros consumidores de productos fertilizantes vendidos envasados seguirían beneficiándose de etiquetas tanto digitales como físicas para la información más importante (es decir, protección de la salud y el medio ambiente, eficiencia agronómica o contenido). La propuesta de la Comisión prescribe el contenido y los requisitos tecnológicos de las etiquetas digitales. Los operadores económicos tendrían que garantizar que la etiqueta digital permita realizar búsquedas, sea accesible, gratuita y capaz de satisfacer las necesidades de los grupos vulnerables.
Principales elementos del acuerdo
El acuerdo provisional alcanzado hoy por los dos colegisladores promueve un mayor uso del etiquetado digital para reducir los costes, la burocracia y la huella medioambiental de los productores, pero garantiza que los consumidores, incluidos los grupos vulnerables o las personas con competencias digitales limitadas, dispongan de toda la información que necesiten a través de medios físicos.
El acuerdo provisional de hoy permite el uso de etiquetas digitales para los productos vendidos sin envase (a granel), siempre que la información de la etiqueta también se muestre en formato físico en un lugar visible en el punto de venta.
Los colegisladores han decidido ampliar la disponibilidad de las etiquetas digitales a una duración de 10 años a partir del momento en que el producto se comercializa.
Por último, el acuerdo provisional devuelve a la etiqueta física una serie de informaciones sobre la eficacia agronómica de los productos fertilizantes que se describen en el anexo III del reglamento. La Comisión estaría facultada para actualizar en el futuro los requisitos generales del etiquetado digital mediante actos delegados.
Próximos pasos
El acuerdo provisional alcanzado con el Parlamento Europeo debe ahora ser refrendado y adoptado formalmente por ambas instituciones.
Antecedentes
Las etiquetas digitales son códigos QR o de barras que redirigen al usuario a una página web donde se almacena la información de la etiqueta. Las soluciones digitales reducen sustancialmente el coste del etiquetado y, al mismo tiempo, facilitan la actualización de su contenido. Además, la cantidad y calidad de la información que puede almacenar una etiqueta digital es muy superior a la de una etiqueta física, cuya legibilidad puede resultar difícil, sobre todo en envases pequeños. Sin embargo, el nivel de alfabetización digital varía según los grupos sociales y las edades, y algunos grupos vulnerables pueden tener dificultades para comprender el funcionamiento de las etiquetas digitales o los dispositivos inteligentes.
En la UE ya se utiliza el etiquetado digital para algunos productos que contienen sustancias químicas, por ejemplo las pilas, y se están estudiando normas para el etiquetado digital de otros productos (detergentes, cosméticos y otras sustancias químicas). Se espera que la simplificación de las obligaciones de etiquetado reduzca los costes anuales en una media de 57 000 euros para una gran empresa y de 4 500 euros para una PYME.
Hasta ahora, el Reglamento (UE) 2019/1009 regulaba los requisitos de etiquetado de los abonos. La propuesta de la Comisión, publicada el 27 de febrero de 2023, pretende mejorar la legibilidad de las etiquetas, introduciendo la posibilidad de facilitar la información de etiquetado en formato digital.