La inacción de las empresas cafeteras amenaza el suministro mundial de café, así como los medios de subsistencia de los agricultores y la naturaleza, según el Barómetro del Café 2023, un informe exhaustivo sobre el estado de la sostenibilidad en el sector. En él se advierte de que, a pesar de las leyes de la UE contra la deforestación, la tala de bosques va a continuar a buen ritmo, escribe el Editor Político Nick Powell.
En los últimos 20 años se han perdido anualmente unas 130.000 hectáreas de bosque debido a la tala de tierras para el cultivo del café, en un intento de los agricultores por llegar a fin de mes. Sin embargo, sus ingresos se mantienen en el umbral de la pobreza o por debajo de él en ocho de los diez mayores países productores de café. Esta realidad amenaza a todo el sector y tiene peligrosas implicaciones medioambientales.
El Barómetro del Café, elaborado por Ethos Agriculture con el apoyo de Conservación Internacional y Solidaridad, advierte también de que el aumento de las temperaturas debido al cambio climático podría reducir drásticamente la cantidad de tierra apta para el cultivo del café de aquí a 2050. “La creciente demanda de café, combinada con unos ingresos bajos y unas tierras cada vez más improductivas, puede incentivar a los agricultores a ampliar sus explotaciones a zonas más elevadas y a bosques que antes estaban vírgenes”, afirma Sjoerd Panhuysen, de Ethos Agriculture, que desea que la industria cafetera tome medidas proactivas e invierta significativamente en la promoción de la producción, el comercio y el consumo sostenibles de café.
El Barómetro 2023 también marca el lanzamiento del Índice Coffee Brew, que evalúa la sostenibilidad y los compromisos sociales de las 11 principales empresas tostadoras de café del mundo. Aunque hay líderes y rezagados, todas las empresas se quedan cortas a la hora de abordar cuestiones críticas en sus cadenas de suministro de café. Sólo dos tostadores, Nestlé y Starbucks, hacen públicas estrategias desarrolladas para cumplir sus objetivos sociales y de sostenibilidad.
Aunque la mayoría de las empresas del Índice se han fijado ambiciosos compromisos de sostenibilidad, a menudo carecen de metas y objetivos mensurables y con plazos concretos. Cinco de los principales tostadores siguen confiando en proyectos e inversiones puntuales. Éstos no forman parte necesariamente de una estrategia más amplia para alcanzar objetivos sociales, medioambientales y económicos, sino que se centran principalmente en mejorar la eficiencia y la calidad del café.
“Cualquier estrategia que carezca de plazos y objetivos mensurables no es una estrategia. Los compromisos sin una métrica que mida el éxito no incentivarán el compromiso necesario en la cadena de suministro para lograr avances significativos”, afirma Andrea Olivar, Directora de Estrategia y Calidad de Solidaridad en América Latina. La mayoría de las empresas tostadoras pulen sus credenciales de sostenibilidad participando en iniciativas con otras partes interesadas, pero avanzan poco porque no hay compromisos vinculantes.
El Barómetro también cuestiona la disposición del sector a cumplir el Reglamento de la UE sobre deforestación y pide a las empresas que se comprometan a cumplirlo. El Reglamento, que entrará en vigor en 2025, es un esfuerzo pionero para garantizar que las grandes empresas que comercian con materias primas no contribuyan a la deforestación mundial. Las empresas deberán demostrar que sus proveedores no provocan deforestación.
Existe el peligro de que las empresas eviten las llamadas zonas “de riesgo” del mundo, donde el cumplimiento de la normativa será más gravoso. Esto significa que pueden abastecerse de café en países más desarrollados, como Brasil, donde los agricultores tienen más recursos para prepararse para los nuevos requisitos y prosperar bajo su régimen.
En lugares más arriesgados, como la mayoría de los países africanos productores de café, los agricultores son de pequeña escala y están fragmentados, y carecen del apoyo gubernamental necesario para demostrar el cumplimiento y adaptarse a la nueva normativa. También suelen ser las fronteras de la deforestación potencial. Los agricultores que pierdan el acceso al mercado europeo podrían verse obligados a ampliar sus explotaciones en zonas boscosas para producir más café, vendido más barato en mercados con normas menos estrictas sobre deforestación y condiciones laborales.
El café lo producen unos 12,5 millones de agricultores en unos 70 países, pero sólo cinco de ellos (Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia y Honduras) aportan el 85% del suministro mundial. El 15% restante lo producen 9,6 millones de caficultores, a menudo pequeños agricultores económicamente precarios que carecen de los recursos necesarios para cumplir las normas de sostenibilidad o encontrar fuentes de ingresos alternativas. Sus necesidades son distintas de las de los demás y requieren soluciones a medida que aborden las realidades económicas y jurídicas, a menudo radicalmente distintas, a las que se enfrentan.
Los autores del Barómetro sostienen que si los grandes tostadores de café se toman en serio la lucha contra la pobreza y la deforestación, deben evitar excluir a estos agricultores de sus cadenas de suministro. Las empresas cafeteras disponen de los recursos necesarios para invertir en estas regiones vulnerables, colaborando a nivel local con el gobierno, la sociedad civil y las agrupaciones de productores. Las soluciones a medida implicarán escuchar las prioridades y perspectivas de los productores y realizar inversiones significativas.
“Invertir en las comunidades agrícolas de paisajes vulnerables puede parecer una opción arriesgada, pero estas inversiones son esenciales para mitigar los riesgos y atajar las causas profundas de la deforestación mundial, evitando al mismo tiempo excluir a los pequeños agricultores vulnerables de los mercados mundiales”, afirma Niels Haak, Director de Asociaciones para el Café Sostenible de Conservation International.
La UE y las principales empresas cafeteras del mundo deben trabajar para garantizar que los costes de evitar la deforestación no recaigan sobre los hombros de quienes ya viven en la pobreza”. Los autores del Barómetro instan a la Unión Europea a apoyar la aplicación del Reglamento sobre deforestación con una serie de medidas de acompañamiento para minimizar el impacto sobre los pequeños agricultores y apoyar a los países productores de café en su transición sostenible.