Es el suceso más mortífero de este tipo desde el incendio de la discoteca Colective hace ocho años, que acabó con la vida de 64 personas. – escribe Cristian Cherasim.
La explosión se produjo el sábado por la noche, en el municipio de Crevedia, a 20 km de Bucarest.
Muchos de los heridos son bomberos, así como un par de trabajadores presentes en la estación de gas licuado de petróleo (GLP).
La segunda explosión, mucho mayor, resultó ser la más mortífera, ya que los bomberos se congregaron en torno a las instalaciones para sofocar el incendio.
En Crevedia viven unas 7.000 personas, muchas de las cuales temían que las llamas, que no se extinguieron hasta el día siguiente, devoraran sus hogares. Las autoridades dijeron que habían evacuado a 3.000 personas de una zona de 700 metros alrededor del epicentro del accidente. Algunos lugareños negaron que nadie hubiera acudido a evacuarlos ni a ofrecerles cobijo y comida.
Según las autoridades, la emisora operaba ilegalmente, por lo que fue multada varias veces. Además, los vínculos con el partido gobernante y varios políticos demuestran que los propietarios de la estación tenían un respaldo político que les ayudaba a funcionar ilegalmente.
El incidente ha provocado la ira de la población, que recuerda el incendio de la discoteca Collective hace ocho años, cuando las autoridades prometieron que nunca ocurriría algo similar. El hecho de que tanto el nigh-club como la gasolinera funcionaran sin la debida autorización pone de relieve el problema de la corrupción en Rumanía y cómo se pueden eludir las leyes mediante el dinero y la influencia política.
Se está llevando a cabo una investigación criminal para determinar cómo pudo funcionar la gasolinera sin el permiso pertinente.
Algunos de los heridos graves ya han sido enviados a hospitales de Bélgica e Italia, ya que Rumania carece de la infraestructura médica adecuada para tratar quemaduras tan graves.
Entre los heridos, dos personas fueron trasladadas durante la noche a Bruselas y, más tarde, otras dos a Milán. Uno de los heridos trasladados a Italia, un paciente de 68 años, se encuentra en estado crítico, dijo el ministro rumano de Sanidad, subrayando que los médicos italianos están trabajando duro para estabilizarlo. Otros dos serán trasladados a Alemania. Forman parte del grupo de 8 heridos que las autoridades rumanas anunciaron previamente que partirían el domingo hacia Austria, Alemania y Noruega.
Todas las estaciones de servicio de combustible y gas licuado de petróleo (GLP) del país serán revisadas para determinar si funcionan legalmente y si representan un peligro para la población, anunció el domingo el Primer Ministro, Marcel Ciolacu, durante una visita a Crevedia, donde se produjo la tragedia.
“Me entristece profundamente que las explosiones de Crevedia hayan causado víctimas”, declaró el Presidente Klaus Iohannis. “Debe iniciarse rápidamente una investigación para ver si se infringieron las normas. Pido a las autoridades que tomen medidas urgentes en favor de los heridos para que estas tragedias no vuelvan a repetirse”, añadió.