Las actuales tensiones en la región de Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia amenazan la estabilidad y la reconciliación tras el conflicto. La falta de voluntad de Armenia para firmar un tratado de paz de posguerra con Azerbaiyán en el que se reconozca la integridad territorial de ambos Estados aumenta los riesgos de futuros conflictos en la región. Durante laposguerra se produjeron varios enfrentamientos mortales en la región de Karabaj y en la frontera azerbaiyano-armenia – escribe Shahmar Hajiyev, asesor principal del Centro de Análisis de Relaciones Internacionales.
El fin de la larga guerra entre Armenia y Azerbaiyán abrió nuevas oportunidades para que ambos países iniciaran la cooperación económica y la reconciliación. Tras firmar la Declaración de noviembre y acordar un alto el fuego, el reto clave pasó a ser un tratado de paz de posguerra entre los dos países del Cáucaso Sur. Sin embargo, todos los acontecimientos recientes demuestran que Ereván parece incapaz de aceptar que Karabaj forma parte de Azerbaiyán, como reconocen las resoluciones de la ONU.
Cabe señalar que uno de los mecanismos fundamentales para mantener la paz y la seguridad es la demarcación y delimitación de las fronteras estatales entre Azerbaiyán y Armenia. El primer acuerdo oficial sobre delimitación y demarcación de fronteras entre Azerbaiyán y Armenia se alcanzó durante la reunión celebrada en Sochi (Rusia) en noviembre de 2021. Ambos países acordaron trabajar en la creación de una Comisión bilateral sobre la delimitación de la frontera estatal. Hubo otro acuerdo entre el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev y el primer ministro armenio Nikol Pashinyan durante la reunión mediada por el presidente del Consejo Europeo Charles Michel en Bruselas en abril de 2022. Según Charles Michel, “las dos partes acordaron que sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores trabajarían en la preparación de un futuro tratado de paz que abordaría “todas las cuestiones necesarias”.
Durante el periodo posterior al conflicto, Azerbaiyán inició este proceso utilizando mapas soviéticos y GPS. Sin embargo, a pesar de todos los acuerdos entre las partes, el gobierno armenio no está dispuesto a resolver esta importante cuestión. Por el contrario, la postura oficial de Bakú es que cuanto antes se resuelva esta cuestión crítica, antes podrán las partes garantizar la estabilidad y la seguridad. Azerbaiyán ya ha propuesto los principios básicos para normalizar las relaciones bilaterales, y para ello los criterios clave son el reconocimiento mutuo de las integraciones territoriales y la inviolabilidad de las fronteras internacionalmente reconocidas de ambos Estados.
En la actualidad, los enfrentamientos mortales y el tránsito ilegal de fuerzas armadas y armas armenias hacia Karabaj perjudican gravemente las iniciativas de paz y el proceso de reconciliación. Cabe señalar que sólo durante los meses de marzo y abril se produjeron dos graves enfrentamientos que causaron víctimas en ambos bandos. El 5 de marzo, dos militares azerbaiyanos y tres oficiales armenios resultaron muertos después de que las tropas azerbaiyanas detuvieran un convoy armenio sospechoso de transportar armas a Karabaj. Tras cerrar la carretera de Lachin al tránsito ilegal de armas, los armenios empezaron a utilizar carreteras ilegales para el suministro de armas a Karabaj.
El 11 de abril de 2023 se produjo otra escalada sangrienta en la frontera azerbaiyano-armenia, cerca de la aldea de Tegh. Tras los enfrentamientos armados, varios militares armenios y azerbaiyanos resultaron muertos y heridos. Estos enfrentamientos demuestran que la paz en la región es muy frágil y, a medida que el conflicto entra en su nueva fase, podrían producirse sobre el terreno futuras grandes escaladas o incluso una guerra a gran escala.
Además, a principios de este mes, uno de los soldados de Azerbaiyán que desapareció debido a las malas condiciones meteorológicas en la frontera de la República Autónoma de Najicheván con Armenia fue gravemente golpeado. Las imágenes de las cámaras muestran el momento en que un grupo de armenios golpea y tortura al soldado azerbaiyano, lo que va en contra del Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra.
Todos estos incidentes ocurrieron mientras Bakú y Ereván continuaban las conversaciones sobre el tratado de paz de posguerra y el proceso de reconciliación. Cabe destacar que el 1 de marzo de 2023, funcionarios de Azerbaiyán se reunieron con representantes de la etnia armenia residentes en la región azerbaiyana de Karabaj. La reunión se celebró en la sede de la misión temporal rusa de mantenimiento de la paz, situada en la ciudad de Khojaly. Las partes debatieron cuestiones clave como la reintegración de los residentes armenios de la región de Karabaj en la sociedad azerbaiyana. Tras esa reunión, Azerbaiyán invitó a representantes de los armenios de Karabaj a la segunda ronda de conversaciones en Bakú. Los representantes de los armenios de Karabaj se negaron a reunirse con sus colegas azerbaiyanos en Bakú y volvieron a insistir en los ambiciosos objetivos de independencia. Sin embargo, el 27 de marzo, las autoridades azerbaiyanas volvieron a invitar a representantes de la comunidad armenia de Karabaj a una reunión para tratar cuestiones relacionadas con la reintegración. Es obvio que la parte armenia no está dispuesta a aceptar la propuesta azerbaiyana de discutir la cuestión de la reintegración, que es clave para una paz duradera.
Hoy, la pregunta clave es: ¿cuál es el problema y por qué las partes no pueden firmar un tratado de paz de posguerra para apoyar una paz duradera en la región? Para responder a esta pregunta, es importante señalar que la falta de voluntad de Armenia para reconocer la integridad territorial de Azerbaiyán e iniciar la delimitación/demarcación de las fronteras estatales es el reto clave. Además, el transporte militar ilegal desde Armenia a la región de Karabaj es otro desafío para la seguridad y la estabilidad de la región.
