Un grupo multipartidista de senadores y diputados italianos celebró el miércoles una conferencia para expresar su apoyo a los manifestantes y activistas prodemocráticos iraníes, y pedir cambios en las políticas de Italia y la Unión Europea hacia la República Islámica. La conferencia coincidió con la publicación de una declaración, firmada por la mayoría de los senadores italianos, “de apoyo al pueblo iraní en su lucha por una república laica y democrática”.
Tanto la declaración como la conferencia hacían referencia explícita al Consejo Nacional de la Resistencia de Irán como posible garante de ese futuro sistema de gobierno. Los legisladores también señalaron un “plan de diez puntos” para la transición a este sistema, cuya autora es Maryam Rajavi, la persona designada por el NCRI para actuar como presidente de transición cuando el régimen actual sea derrocado.
Antes de la conferencia, el ex ministro de Asuntos Exteriores Giulio Terzi, ahora jefe de la Comisión de Asuntos de la Unión Europea del Senado, encabezó una delegación italiana que se reunió con la Sra. Rajavi en Ashraf-3, en Albania, donde se encuentran miles de miembros de la Organización de Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK), el principal grupo constituyente del NCRI. Aproximadamente 3.000 miembros de la PMOI residen actualmente en la comunidad autoconstruida, tras haberse trasladado desde Irak después de que la retirada de Estados Unidos les dejara expuestos al riesgo de ataques recurrentes por parte de grupos proxy del régimen iraní en ese país.
Varios oradores hablaron de la visita durante la conferencia del miércoles, describiéndola en general como una experiencia reveladora y un recordatorio tanto de la sombría historia moderna de Irán como de sus perspectivas de un futuro mucho más brillante.
La diputada Stafania Ascaria declaró que “todos los legisladores deberían visitar el museo Ashraf-3 y ver lo que ha sufrido el pueblo de Irán”. A continuación alabó la resistencia durante décadas de los manifestantes iraníes que han sido objeto de ataques violentos, torturas e incluso ejecuciones, antes de predecir que la comunidad activista de Irán “seguirá resistiendo para conseguir un país libre y democrático”. Ascaria concluyó diciendo a sus colegas legisladores que “debemos hacer todo lo posible para solidarizarnos con ellos”.
Otro miembro de la delegación a Ashraf-3, Emanuele Pozzolo, se hizo eco de este sentimiento al tiempo que destacaba el hecho de que el movimiento de oposición organizado de Irán también ha sido objeto de una incansable campaña de propaganda por parte del régimen. “La política exterior de los países occidentales debe basarse en la realidad, no en las mentiras del régimen”, afirmó.
La realidad, según varios participantes en la conferencia sobre “la hoja de ruta hacia un Irán democrático”, es que el NCRI y los residentes de Ashraf-3 representan la verdadera voluntad política del pueblo iraní. Dirigiéndose directamente a ellos en su discurso, el Sr. Terzi dijo: “Vosotros sois la verdadera voz del pueblo iraní que el régimen quiere suprimir. La Unión Europea debería ver lo que vimos en Ashraf y corregir su política respecto a Irán”.
La declaración previa de solidaridad de la mayoría del Senado proporcionaba detalles adicionales sobre en qué podría consistir una política “corregida”. Instaba a la comunidad internacional a “apoyar al pueblo iraní en su búsqueda de un cambio y a tomar medidas decisivas contra el régimen actual. Esto incluye incluir en la lista negra al IRGC [Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica] y exigir responsabilidades a los funcionarios del régimen por sus crímenes contra la humanidad”.
El IRGC está ampliamente reconocido como el principal instrumento de represión en Irán, además de ser el principal respaldo de los apoderados militantes de Irán y de sus actividades malignas en la región, incluidos los ataques contra disidentes iraníes. A los paramilitares de línea dura y a su milicia de voluntarios, los Basij, se les atribuye haber abierto fuego contra manifestantes pacíficos y haberles propinado palizas, a menudo mortales, durante los siete meses transcurridos desde que estalló una revuelta nacional tras la muerte de una joven kurda de 22 años, Mahsa Amini, a manos de la “policía de la moral”, que no estaba de acuerdo con la disposición del velo obligatorio.
Según la información recopilada por el MEK en todo Irán, desde septiembre han muerto más de 750 personas en las represiones dirigidas por la IRGC, entre ellas unos 70 niños. El MEK también estima que más de 30,000 activistas han sido arrestados durante el mismo tiempo – una cifra que es coincidentemente similar al número estimado de víctimas de las ejecuciones masivas de prisioneros políticos de Irán en 1988, que se dirigieron principalmente al MEK. Durante otro levantamiento en noviembre de 2019, los tiroteos masivos de la IRGC mataron aproximadamente a 1.500 personas.
En un discurso a distancia en la conferencia italiana, la Sra. Rajavi se refirió a los levantamientos de 2019 y 2022 como parte de una “marea de levantamientos” general que sugiere que “el régimen clerical es incapaz de mantener su dominio.” Ella atribuyó la continuación de esta tendencia, en gran parte, a las acciones de una red de “Unidades de Resistencia” que han estado operando en toda la República Islámica desde 2014.
“Es hora de que los gobiernos occidentales reevalúen fundamentalmente sus políticas sobre Irán y se solidaricen con el pueblo iraní”, dijo Rajavi. “La determinación del pueblo iraní para lograr la libertad y la democracia no puede ser suprimida”.
Acogió con satisfacción la declaración de los senadores italianos como un paso significativo en la dirección del cambio de política adecuado, pero expresó su preocupación por la persistencia de los tratos entre los gobiernos europeos y el régimen iraní. “La comunidad mundial, incluida Italia, no puede tratar con la dictadura religiosa que gobierna Irán con sus valoraciones y planteamientos anteriores”, afirmó. “Esto no sólo va en contra de los intereses del pueblo iraní, que pretende derrocar a este régimen, sino en contra de la paz y la seguridad mundiales, amenazadas por este régimen”.
Para cambiar este enfoque, Terzi recomendó que la declaración de sus colegas se convirtiera en “la base de nuestra política exterior hacia el régimen de Irán”. Y prosiguió: “Como se subraya en el plan de diez puntos [de Maryam Rajavi], el régimen debe ser sustituido por un gobierno provisional que permita al pueblo elegir el Estado en el que quiere vivir.” Los senadores italianos subrayaron
Al respaldar ese plan de diez puntos, la declaración de los senadores señalaba que “defiende las elecciones libres, la libertad de reunión y expresión, la abolición de la pena de muerte, la igualdad de género, la separación de la religión y el Estado, la autonomía de las etnias de Irán y un Irán no nuclear. Son los mismos valores que defendemos en los países democráticos”.
La declaración también subrayaba que “el IRGC debe incluirse en la lista de terroristas”.
