El presidente francés, Emmanuel Macron, ha expresado su preocupación por un vuelco al estilo del Brexit en su último mitin de campaña antes de la primera vuelta. Lo hizo para persuadir a los votantes desanimados y reanimar una campaña apagada.
Macron está a la defensiva una semana antes de la votación del 10 de abril. Marine Le Pen, líder de la extrema derecha, ha remontado en las encuestas, y la carrera entre Macron y los favoritos para la segunda vuelta del 24 de abril se está apretando.
Macron dijo ante una multitud de seguidores que agitaban la bandera: “Miren el resultado del Brexit y de otras elecciones: Lo que parecía imposible en realidad sucedió”. “Nada es imposible”.
Dijo que el peligro del extremismo había alcanzado nuevas cotas, ya que el odio y las verdades alternativas se han normalizado en los últimos años. “Estamos acostumbrados a ver en la televisión autores antisemitas o racistas”.
Aunque todavía se espera que Macron gane un segundo mandato en 2018, Macron perdió terreno en las encuestas. Algunos colaboradores lo atribuyen al manifiesto de Macron, que incluye medidas conservadoras y duras, como el aumento de la edad de jubilación estatal de 65 años.
Otros también criticaron la campaña por ser tardía y carecer de “magia”.
Tras una entrada en el podio de un estadio con 35.000 asientos en París, Macron comenzó su discurso de dos horas enumerando logros y prometiendo crear puestos de trabajo en los hospitales. Fue un claro intento de convencer a los votantes de centro izquierda, que los encuestadores creen que podrían abstenerse.
Dijo a la multitud que “nuestras vidas, sus vidas valen más que los beneficios”, robando un eslogan anticapitalista. También animó a aplaudir a las enfermeras y a los profesores.
Se mantuvo fiel a su programa reformista y dijo que los franceses tendrían que trabajar más para pagar estas medidas. Y es que se negó a subir los impuestos o a aumentar la deuda pública, que ha subido al 102% del PIB desde la pandemia.
Macron declaró: “No oculto que habrá que trabajar más”, y atacó a contendientes como Le Pen o el candidato de extrema izquierda Jean-Luc Melenchon, que han prometido rebajar la edad de jubilación a los 60 años.
No crean a nadie que diga que va a reducir la edad de jubilación a 60/62 años y todo irá bien”. Dice que eso no es cierto.
Ex primeros ministros de izquierdas y de derechas, así como otros grandes del partido, asistieron al mitin, que atrajo a unas 30.000 personas. Reuters pidió a un simpatizante que comentara el discurso y lo encontró decepcionante.
Martin Rochepeau (estudiante de 22 años) dijo: “Es un discurso inspirador que muestra que quiere explicar lo que va a hacer, pero le falta inspiración”.